lunes, 1 de abril de 2013

Enciclopedia Vogue: por qué la moda es también arte e historia

No lo pensamos a menudo cuando nos vamos de compras, pero el proceso que está detrás del "nacimiento" de un vestido empieza con una idea o inspiración, se transforma en dibujo y finalmente se convierte en vestido.

Una entrada que he leído hoy en la Enciclopedia de Vogue me ha hecho pensar en todo el arte y la historia que pueden llegar a mezclarse en la cabeza de un diseñador en el momento de inspirarse.

La ilustración de moda

La moda sin el dibujo es como un vestido sin tela. Los ilustradores fueron los primeros "fotógrafos" de las tendencias, los verdaderos artistas del trazo. La moda vive también de la imagen, y a través de las ilustraciones es posible captar su alma más profunda. La ilustración de moda, entendida como representación de formas de vestir, nace con las representaciones pictóricas o plásticas. Las esculturas, bajorrelieves, cuadros y tapices han sido desde siempre un medio fundamental para el estudio de la evolución del traje. Las tablas tardogóticas de Pisanello, a menudo fruto de su fantasía más que representaciones de la realidad, se consideran unos de los primeros ejemplos de figurines de moda.

Pisanello

Pisanello
En el siglo XVI muchos artistas se dedicaron al estudio de los trajes y perfeccionaron la representación de bordados, drapeados y telas. Pero se trataba de estudios vinculados a la misma obra de arte que no tenían vida propia. El verdadero cambio que daría “independencia” a las ilustraciones de moda surgió con la publicación de tratados sobre trajes, que se divulgaron desde la mitad del siglo XVII y cuyo ejemplo más claro son los aguafuertes de Wenceslaus Hollar.

W. Hollar
[Original: de Barbara LG Sordi para Vogue. Traducción del extracto: Eleonora Montanari. Revisión del extracto: Lidia del Álamo]

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